EL LABERINTO DE SUDÁN DEL SUR
Capítulo VI: Juguetes

EL LABERINTO DE SUDÁN DEL SUR: Juguetes

Entre tanta guerra, los niños juegan. Pueblan los campos de desplazados, corren descalzos entre basura y cristales, derrochan toda su energía en terrenos abandonados, entre contenedores y ruinas. Estos son algunos de los juegos que practican en el recinto protegido de la ONU en Malakal y en el vecino campo de desplazados en Wau Shilluk, al otro lado del Nilo.

Tiktar

Un clásico. La llanta de la rueda de una bicicleta, un palo de madera y a rodar, rodar y rodar. El objetivo es mantener el equilibrio de la llanta abollada, que pisa piedras, barro y cristales.

Wading

El wading causa furor entre los niños, que conquistan calles enteras para practicarlo. Se cortan dos trozos de caucho (normalmente de la suela de unas chanclas) y se cosen para crear un disco flexible. Después se cogen palos de madera o ramas. Un lanzador tira el disco, que rueda por el suelo hasta llegar al bateador, que intenta responder. Es parecido al críquet. 

Bloma

¡Pompas de jabón! En Sudán del Sur, los niños son especialistas en hacerlas volar. 

Saroog

Al atardecer, algunos campos como el de Wau Shilluk se llenan de cometas que los niños hacen volar por encima de iglús de paja y tejados.

Juguetes de barro

Los niños sursudaneses muestran una gran pericia para construir juguetes de barro. Casi siempre son vehículos a los que incluso pueden atar una cuerda para moverlos. Su resistencia es sorprendente. 

Buoy

Los niños en Sudán del Sur se las saben todas. ¿Cómo no iban a conocer el juego del cordel, tan universal?

Hiya

Saltar a la comba es una de las actividades en las que los niños se dejan más energía.

Columpio

Cualquier cosa vale para hacer un columpio. Los niños improvisan cables de goma que atan a barras de hierro para mecerse en el aire. 

Yay

¿Qué uso se le puede dar a las latas de zumo? Esta es otra de las especialidades de los niños sursudaneses, que ya destacan en la elaboración de juguetes de barro. Con la hojalata, construyen coches y camiones que luego hacen derrapar por los campos a los que han llegado huyendo de la guerra.